Una prueba pendiente para demostrar la persistencia de Saiko era el alejamiento de una cantante tan distintiva como Denisse Malebrán, y en su nuevo disco el grupo chileno empieza a superar la prueba. Con Marcela Thais incorporada en la voz desde 2007, el trío confirma de paso que siempre ha afrontado una rotación de integrantes, a partir de un cuarteto inicial que desde 1999 se fue desgranando y del que sólo queda el guitarrista Luciano Rojas.

Pero la continuidad está determinada por las canciones. Al revés de muchos grupos de pop-rock chilenos como éste, en vez de dedicarse a la "sofisticación" o la afectación Saiko no ha descuidado el trabajo real de la composición, que aquí se escucha efectiva y con buenas melodías y armonías en coros como los de "De boca en boca" y "Volar", muestras de un pop acostumbrado a sonar en a radio. Los músicos invitados agregan sus propias pinceladas, en "No eres perfecto", que se oye más rockera con bronces, y "Tal como soy", que tiene un sonido más acústico y termina con un arreglo de cuerdas.

La cantante también tiene responsabilidad en el sonido. Thais llega con un sello propio, aunque ésta sea la primera tribuna que tenga para demostrarla. La técnica es precisa, la afinación es exacta, el timbre es grato y los falsetes están bien hechos y dosificados: a cada tono agudo llega fuerte y segura. Es una voz distinta, y en esa medida también transforma a Saiko, que por otro lado se mantiene fiel a sus influencias en ese pop de los '80 que ha inspirado a todo lo que va desde La Ley, máximas figuras de esta línea, hasta cantidad de nuevos aprendices de esta década. En esa genealogía Saiko tiene su experiencia que hacer valer.