Objeto de deseo: un escarabajo
por Ana Paula do Brasil
Tengo una relación antigua y especial con el escarabajo Volkswagen. Nunca he tenido uno, cuando nací mis padres ya lo habían cambiado por un Passat 78, pero siempre me ha fascinado su diseño simple y original, el sonido a veces insoportable pero inconfundible de su motor.
Cuando me tocaba andar en un escarabajo me encantaba: me divertía notando sus detalles, el tamaño reducido de sus ventanas y parabrisas, me sentía un poco en una casita de muñecas. Y hoy en día, cuando veo un escarabajo altiro me fijo en su color, trato de adivinar su año de fabricación, y pongo atención en su estado de conservación. La verdad es que hay unas verdaderas joyitas paseando por ahí.
Sé que a lo mejor este no sea el auto más práctico y cómodo, pero lo encuentro demasiado entretenido y confieso que me encantaría tener uno. Pienso que entre tantos nuevos modelos de autos, quizás el único que sigue diferenciándose por su diseño original es el escarabajo.
Y claro que si hablamos de objetos de deseo, más aún sería el New Beatle, que creo que ha mantenido la propuesta original de diseño pero de manera perfeccionada.
Pero… Por ahora me contento con los miniescarabajos de la colección del hijo de mi novio.
Imagen: www.herbiemania.com
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