Si no está en Google, no existe
*Por Juan Manuel Astorga
“¿De dónde cresta saco los datos biográficos de Bill Clinton?. Puta, estoy cagao. Obligao a ir a la biblioteca”. Así era mi vida de reportero hasta hace algunos años. Cuando Clinton ganó la presidencia de EE.UU. me pidieron en la radio en la que trabajaba que hiciera un perfil de su persona y, claro, como en 1992 no existía internet (al menos no masivamente), nuestra gran fuente de información eran las bibliotecas. Tardes enteras fotocopiando diarios, revistas o libros, dependiendo lo que se investigara. Hoy esos mismos datos están a un click de distancia. Pero ¿qué pasa cuando no los encontramos en internet?. Parafraseando la iluminada frase de Lance Fortnow, quien se preguntó lúcidamente si acaso un libro podía existir como tal si en realidad nadie lo leía, hoy muchos teorizan en relación a que si algo no está en google, simplemente no existe.
En la actualidad, millones de personas utilizan este buscador, sin duda el más famoso y visitado de la web, como fuente de información, y apoya sus argumentos en el hecho de que puede o no encontrar información al respecto en Google. Pero cuidado. A pesar de que Google tiene motores de búsqueda especializados -los mejores del ciberespacio- y algo así como “gusanos” que se internan en millones de páginas para codificarlas y dejarlas listas para ser clickeadas en Google, con toda esa capacidad, este buscador sólo abarca una mínima fracción de toda la información contenida en Internet.
Ahora, que le está poniendo empeño, le pone. No sólo está digitalizando las obras escritas en libros. También creó un potente correo, el popular gmail, desarrolló una versión de mensajería instantánea llamado google talk y, como si fuera poco, lo que no lo sabe, lo inventa o, mejor dicho, lo compra inventado. google
Fue bajo esa premisa que los dueños de este buscador top one decidieron invertir cerca de 1.650 millones de dólares para comprar un revolucionario sitio de internet creado por dos veinteañeros computines llamado youtube.com. La idea del sitio era simple: reunir en un solo lugar miles de millones de videos puestos por los propios usuarios de internet. Un concepto que revolucionó el ya revuelto mundo de la Web. Es así como se pueden encontrar desde divertidos videos caseros hasta la presentación de una olvidada teleserie. Los internautas han subido millones de vídeos caseros –cerca de 200 mil por día-, grabaciones de la tele, videoclips o montajes humorísticos que más tarde circulan por la red como reguero de pólvora. En una especie de ‘zapping mundial’, hasta 100 millones de vídeos son vistos diariamente en promedio. Los canales de TV se están rindiendo ante la evidencia de este exitazo y muchos de ellos ya están en este sitio.
Con youtube potenciado por Google, uno de los trasatlánticos más difíciles de hundir de internet, ahora si que pareciera ser cierto que lo que no está en google no existe. Pero ya les dije, cuidado. Si el titanic se hundió, nunca hay que poner las manos al fuego por embarcaciones, por firmes y potentes que parezcan. Además, ni google ni nadie en realidad podrá abarcar todo el conocimiento humano. Para que estamos con cosas. Nosotros, como individuos tampoco. Y si nosotros no podemos, google menos.
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